sábado, marzo 24, 2007

RETO DEL BUFON


Me encuentro en el anden del subterráneo ya es tarde para proseguir el camino, se que mis enemigos han huido así que he decidido retirarme y empiezo a buscar el camino de regreso a mi hogar, aun se oyen las sirenas de las patrullas y de las ambulancias siguen buscando al asesino de esos tres jóvenes (en mis adentros me siento mal por la muerte inútil de esos sicarios), pero en que pensaban, que yo no era contrincante fuerte para ellos, sus técnicas de ataque fueron muy débiles y benignas así ellos murieron por sus propias armas, mas no por las mías, aun así se que mi maestro estará contento con las nuevas alianzas que he conseguido en Europa Central las cuales nos podrían ser de gran ayuda en caso de que tuviéramos tener que emigrar pero debo ser cuidadoso con el.

Abordo el tren y prosigo mi camino, pero he venido presintiendo desde hace mas de media hora que soy vigilado no los veo y eso me preocupa, pasa cerca de mi un joven de presencia casi insignificante, sin embargo en nuestro mundo no hay enemigo pequeño, así que lo observo veo en él un brillo maléfico (un personaje algo patético muy delgado con la espalda encorbada pareciera que lleva una joroba pero no es así), siento que no viene solo, me concentro en el espacio donde me encuentro pero aun así se siguen escuchando los golpeteos de las ruedas del tren con los durmientes, me agazapo directamente en una esquina mientras lo sigo observando, me pregunto ¿que haré?, la siguiente estación queda aun muy lejos y por ningún motivo no puedo arriesgarme ante un número desconocido de contrincantes, se que lo primero que será es matarlo pero ¿cómo?; se que las autoridades me buscan, más esperar una tregua ¡nunca!, me observa y ríe, sabe que estoy preocupado mas no temeroso pasa una mujer frente a mí y me dice -¿lo disfrutaste? por que nosotros aun no-

Sonreí, gire el rostro, observo que los demás traen la marca del clan de los toreador me lo imaginaba una zorra como ella nunca podrá vagar sin sus perros, el simple hecho de una pelea las excita en extremo y necesitara quien la complazca terminada la carnicería, he contado a tres toreador a parte de ella, se que ellos no vienen solos, solo el pequeño y no logro identificarlo pero empieza a hablar solo pienso que será un hechicero, un Malkavian, el maestro me habrá traicionado o es un renegado.

Sigue su camino el tren no parece tener fin, muy despacio deslizo mi mano hacia atrás de mi en busca de mi arma, comienza ponerse tenso el ambiente los toreador empiezan a deambular ante mi que harán unos iniciados al no principio, ante mi un anarquista, sonrío veo por fin la llegada de la estación se que ya afuera será mas fácil la pelea así que empiezo a moverme lentamente hacia la mitad del vagón ellos me observan se colocan como siempre en triángulo, empiezo a comprender que ellos venían con los otros tres que elimine al principio de esta loca aventura, siento un escalofrío en mi espalda y me doy cuenta que mi distracción ha dejado al descubierto un punto de ataque, el pequeño se ha colocado detrás de mi mas no consigue ver que ya llevo mi arma dispuesta a matarlo, sonrío se que no tendré mas alternativa que matarlo y salir huyendo de ahí. Me adelanto dos pasos; los toreador con su guía me observan claman en sus ojos venganza el hechicero habla en dialecto y sonríe, esta en busca del hechizo que me haga inútil ante los toreador sigue con su recital de palabras el tren esta por llegar a la estación siento un gran alivio podré matarlo y huir, eso no me gusta, quiero acabar con ellos.

El tren ha entrado a la estación esta a punto de parar, todos estamos listos para la batalla y lo que mas me urgía es que tenia que llegar con mi maestro, así que sonrío y me lanzo en una carrera de frente a los toreador eso les sorprende con un ataque frontal contra cuatro personas, la primera víctima en caer seria yo estaban seguros, sonreí y los maldije mientras alzaba mi brazo con mi arma y le apunte a la cabeza de ella, uno grito –¡cuidado Anya!-; pero que lastima ya era demasiado tarde le dispare directamente a la cabeza estallando enfrente de mí y de los demás, decidí actuar con mayor rapidez y accione el bastón de emergencia que paro en seco el tren, el brujo seguía detrás de mi en una loca carrera mientras los otros tres se quedaron quietos aun atónitos por la perdida de su compañera no sabían que hacer, se abrieron las puertas del vagón; viendo la libertad detrás de esas puertas decidí preservar mi no existencia, aun en la consternación de la pelea me preguntaba quien me mando a eliminar, el maestro había prometido hacerlo el mismo de frente pero si no era así, en quien confiar, me despejo de mis pensamiento ajenos de la batalla; veo cada vez mas cerca la puerta y el escape, en eso escuche el alarido uno de ellos ha reaccionado se que no tendré ventaja si me alcanza junto con el brujo, aun con el arma en mis manos (mi cara esta cubierta de sangre digno de un cuento de terror pero no hay terror si no la misma muerte), giro la cabeza y alcanzo a ver un cuchillo volar me arrojo al suelo pasa cerca de mi, pero me hiere provocando que pierda mi arma, el toreador recobra la distancia y se acerca hacia mi, que imprudente me levanto y él se acerca a mi con un puñal en la mano cree poder matarme lo que no sabe es que ya esta muerto de un solo golpe le arranco la cabeza, aun la sorpresa en sus ojos al ver que realmente su cabeza estaba desprendida de su cuerpo aun parado, como preguntándose ¿que paso?, sonrío y corro de espaldas lo mas rápido que puedo hago un giro y escucho tres detonaciones se que me dará una bala pero no me matara, me equivoco las tres dan en mi, me esfuerzo por no caer empiezo a sangrar por la boca al fin alcanzo la puerta y volteo, observo a uno de mis enemigos hincado ante la cabeza de su compañero no veo a los otros dos, se que se acabo esto.
Salgo del tren y corro hacia las calles húmedas, mi desesperación por huir no permite ver mis heridas, no hay tiempo hay un Malkavian traidor hay que cuidar al maestro sigo corriendo mis heridas ya me duelen pero se que aun hay dos en la persecución, donde esconderme, sigo corriendo escucho que alguien corre detrás de mi, se que me sigo desangrando pero alcanzo a distinguir las pisadas no son de hombre, sino de mujer espero que sea la persona que creo que es, asi que doblo la esquina y la espero, sonrío dentro de mi ya que si no lo es estaré muerto, veo el pie de una mujer doblar la esquina y la tomo del brazo para poder arrancárselo me doy cuenta es ella. Lady que vio todo desde abajo de la estación, me detengo ya que si no le romperé el brazo ella sonríe con esa mirada peculiar llena de lujuria, huele la sangre y eso la excita demasiado es una Assamite toreador; pero sabe muy bien que el sexo por el momento no es prioridad asi que me ayuda a llegar a su auto que esta a dos cuadras del lugar me dispongo a seguirla, le pregunto:

-¿Dónde están los otros dos?- a lo que ella responde -El tercer toreador era el guardaespaldas del hechicero, han huido -.

Una vez en su auto seguimos el camino, antes de llegar a casa tomo mi celular y le llamo al maestro le digo lo que ha ocurrido el solo se limita reír que le importa, él no esta en peligro si no yo, le pido que me diga que hacer ya que me encuentro solo y sin apoyo.

-No que muy rudo-, me quede callado no supe que decir, mientras cubría mis heridas con hierbas medicinales, el se apiada de mi y me manda a un bar al norte de la ciudad medito en mis adentros esta loco el maestro vengo de allá y casi me matan me da el nombre del lugar y la ubicación me pide que me entreviste con el dueño del lugar se llama Tassadar.

-El te apoyara en todo lo que necesites no hay problema de identificarlo mide 2.38mts. solo le contaras el cuento de la gallina por que cruzo el camino-, me quedo perplejo ante lo que el me dijo –te advierto algo si no le dices eso el acabara lo que no terminaron los toreador-, medito en mi suerte, seguimos por las calles oscuras hasta llagar a casa me siento débil por la batalla y la sangre perdida mientras Lady conduce, nos acercamos a mi casa se abre el portón y entramos, ya en casa decido descansar se que mañana será otro día.

Veo entrar a Lady en un traje semitransparente negro sé que es lo que me espera no es descanso si no otra cosa, se acerca ante mi y lame mis heridas cierro los ojos y me dejo llevar por las sensaciones al fin y al cabo Tassadar estará ahí aun mañana jajajajajaaja.

Aun adolorido por los estragos de la pelea me repongo, Lady se encuentra a mi lado suspiro y me estremezco al recordar esos hermosos labios y esa lengua peligrosa que me encienden, que gran esfuerzo tuve que hacer anoche, me preparo para salir al norte de la ciudad, me levanto de mi lecho, busco que comer se que no hay sangre en mi casa así que decido acercarme a ella, la empiezo a besar por el cuello aun estremecida por aquellas sensaciones eróticas de anoche, alza su cabeza entregándome el cuello me dispongo a tomarla, cuando siento el filo frío del metal en mi pecho, me dice -yo quiero morir y no vivir eternamente-; no entiendo porque no quiere ser abrazada ella es feliz con las alianzas que tiene su maestro con los demás clanes. La veo al rostro y le pregunto:

-¿Por que no quieres vivir eternamente?-
-Porqué, acaso lo preguntas tú, el que ha llegado hace poco aquí y es el que más retos has tenido, no te ha importado quien te desee o te ame, sabes que, buscas acabar con tu no existencia-.

Se levanto de la cama como impulsada por un resorte, me deleito al ver aquellos senos y esas carnes tan firmes que le da la juventud y una serie de ejercicios extremos, ya que es cantante y bailarina en uno de los Nightclub más importantes de la ciudad, aun no salía de mi asombro al ver ese hermoso cuerpo desnudo caminado por mi cuarto para dirigirse a la ducha, ella con fastidio volteo hacia mí y me dijo:
-No vayas esta noche el club estarán esperándote para eliminarte, que es lo mas seguro-.
-No te preocupes por mi, yo se-, antes de terminar la frase me interrumpió diciéndome -no es por ti si no por mi y mi trabajo-, me quedo asombrado por tal insolencia pero que mas da tenia razón los toreador buscarían la manera de eliminarme.
La sigo y me meto a la ducha aun con hambre de ella; voltea y me dice, -no has tenido suficiente anoche-, a lo que le respondí con un beso lleno de pasión y lujuria, mientras el agua escurría por nuestros cuerpos, sonreímos y dejamos nuestras rivalidades emocionales aun lado para dar rienda suelta a nuestra enfermiza relación, para muchos es enfermiza pero para ella y para mi es la gloria ambos olvidamos lo que somos y nos convertimos en solo dos seres llenos de pasión, ¡bah! que importa el sentimiento me digo ya no vives, ella envejecerá y morirá y tu vivirás por siempre, en fin que hacer ya no existe el hombre con corazón si no el harapo de un muerto, pero debo de dejar de pensar en ella y proseguir con mi tarea.

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